Poeta

Poeta
Matías Antón Mena

lunes, 31 de octubre de 2011

DEL CORAZÓN HACIA DENTRO

fotografía de 1.957
(Aurora Catalá)
¡Cómo se nos va la vida!
A grandes tragos.
Un vino dulce, un vino aciago,
un sorbo de agua clara olvidado

No nos dio tiempo a querernos
como yo hubiera querido
y nos quisimos deprisa,
al ritmo que marcaron las aspas
y las lonas del molino.
A veces el grano medio,
y otros tiempos polvo fino.
Siempre tuve la garganta
estrangulada en un punto,
siempre anduve Sancho Panza
de tu soledad prendido,
siempre tuve mariposas
en el prado de tus ojos,
y todavía las siento
a dos metros de mi mismo.

¡Cómo se nos va la vida!
¡Y qué poco hemos vivido!

¡Cómo se nos va la vida!
apriétame si me duermo,
despiértame, que ni un minuto
ha de alejarme el reloj de ti,
bésame en los ojos,
susúrrame al oído,
mírame, mírame a mi.
Que tengo celos del aire, del sol,
del universo que envuelve
este quehacer impreso,
esta norma del destino
que nos marca directrices,
este sino,
que nos hace seguir siendo.
Quédate, quédate conmigo
que tengo miedo.

Tu eres mi dios,
tu eres mi muerte.
¡Cómo se me va la vida!
Si me marchara de noche
vístete del color de la amapola,
para dar vuelta a la esquina
cuando ya no esté presente,
que murmuren los pueblos,
que chismorreen las vecinas
que saquen filo a las hachas.
Como decía tu madre
que hacía Lola “La Macha”.

¡Cómo se nos va la vida!
¡Y cómo te necesito!
¡Cómo se viene la muerte despacito!
Quisiera volver a amarte,
aunque, más, no lo concibo.

domingo, 30 de octubre de 2011

CUARENTENA AL DESAMOR

Poema de Miguel Ángel Hernández
Recita Matías Antón Mena.
música: Opus 3 nº5 (trio)de Joseph Haydn (directo)
interpretes: Cuarteto Clave de Torrevieja

viola, Sofía Ramos
chelo, Antonio Torregrosa
violín, Daniel Cánovas
violín, Víctor Antón

sábado, 29 de octubre de 2011

CUARENTENA AL DESAMOR



Poema de Óscar Albaladejo Claramunt.
Recita Matías Antón Mena.
música: Canon en Re M de Johann Pachelbel (directo)
interpretes: Cuarteto Clave de Torrevieja

viola, Sofía Ramos
chelo, Antonio Torregrosa
violín, Daniel Cánovas
violín, Víctor Antón


viernes, 28 de octubre de 2011

CANCIONERO DE MI PUEBLO





UN MARINERO
 






(I) Un marinero una vez
tras un fuerte temporal,
nadando vino a acaecer,
como la espuma del mar,
a la salida del sol,
sobre tu arena sin par
y por siempre se quedó.

Sintió el azul de tu cielo,
bebió la luz de tu luna
e hizo barcos veleros
con perlas de tu laguna.

Anduvo en alas del viento
sobre tus olas plateadas.
Cantó habaneras por puertos
de otras tierras muy lejanas.

Y volvió, volvió a tu suelo,
a su Torrevieja amada,
donde como marinero,
una mujer lo esperaba.

(II) Como la espuma del mar
a la salida del sol,
dormido en un madero
no te pensaba encontrar.

(III) Cuando el barco naufragó
arrastrado por tu luz
soñó que el cielo eras tú
y por siempre se quedó. 


CANCIONERO DE MI PUEBLO





TORREVIEJA
O GAVIOTA ERRANTE






Torrevieja,
al sur de Alicante,
puerto de mar,
gaviota errante,
ni horizonte ni frontera,
ilusión,
brisa viajera,
paraiso terrenal
por los mares pregonado,
conglomerado de sal
y palmeras, al amparo
del clima primaveral,
y de la dulce habanera.

"CUARENTENA AL DESAMOR"



Ayer, 27 de octubre de 2011 fue un día especial para mi porque se presentaba un libro de poesía, un libro de sentimientos de dos amigos míos, uno desde la infancia, Oscar Albaladejo Claramunt y otro compañero de escena en mis andaduras teatrales, Miguel Angel Hernández, ambos torrevejenses, periodistas muy sumergidos en el mundo de la palabra.
Tuve el honor de ofrecer un pequeño recital  en el salón principal del Casino de Torrevieja con nueve de sus poemas, y la oportunidad de utilizar mis aficiones empáticas para intentar hacer sentir al espectador las vivencias crudas y desnudas que reflejan las páginas de este hermoso y rompedor libro titulado “Cuarentena al Desamor” prologado por mi querida Cármen Ortiz; recitando sus versos, arropados con el abrazo de las notas del incipiente cuarteto de cuerda "Clave" evocando a Bach, Haydn, Pachelbel, Franz Schubert, John Barry, Alberto Iglesias y Nino Rota.
El sabor de esta noche, lo tendré guardado en las papilas gustativas de mi cerebro mientras el tiempo me lo permita.
            Un aplauso para ellos desde la admiración y el cariño.

ESTA SEMANA SUBIRÉ LOS VIDEOS DEL ACTO.

jueves, 6 de octubre de 2011

EPILOGO DEL DESENCANTO

Este Epílogo del Desencanto es uno de los capítulos de mi nueva obra titulada:
"50 AÑOS DE LA MANO DE MI MISMO"
en breve publicaré la portada.















EN LOS IDUS DE MARZO

Idus Martis pienso que nací,
porque se me torna la leche en vino,
vino amargo, trago que desgarra
mi temple a cada paso.
En los Idus de Marzo paréceme que vivo
sobre una piel de astado teñida de color,
el mismo que los dioses me quieren diluir.
Y así cansado y laxo
en todos los aspectos,
me asquea formar hoy, parte
de esta sociedad de oscuras cavidades,
de cáliz y marfil,
de intolerancias viejas y de distingos rancios,
ansiosa cual vampiros que salen a cazar.
Así las gotas blancas
de aquellos que murieron,
se tornen sable y fuego detrás de sus gargantas
y lloren sin consuelo toda la eternidad.
Políticas de miedo sobre los campos yertos
 arrasan con el verde de las colinas nuestras,
vientos que van y vienen,
con la guadaña en mano,
para cortar las sienes de todos los que piensan.
En los Idus de Marzo
 se me muere la tierra.
¡Que venga una legión de asteros!
En los Idus de Marzo,
 si nadie lo remedia.

miércoles, 5 de octubre de 2011

MIRANDO ATRÁS




Al fin sin darme cuenta y complaciente
recojo la manzana a la serpiente
y con su anuencia atravieso el velo:
me enfrento a todo; al sol, al viento, al cielo;
luego me despierto y no soy consciente.

Si miro el sol que con mi mano alcanzo,
y cuando bebo el mar, me satisfago,
¿por qué el cielo me concede un plazo
si cada amanecer no se lo que hago?

Si el viento me acecha y me causa espanto
y el sol, tan cruel, me oculta las estrelllas,
¿a qué vivir sin ver las cosas bellas,
si no puedo escuchar de un ave el canto
ni acariciar la piel de las grosellas?

Si todo cuanto digo es inconcuso
y siempre ha sido la fortuna mía,
¿por qué hilé mi vida con un huso
pensando que el amor se deshacía?
Y, ¿por qué anduve siempre tan confuso?

lunes, 3 de octubre de 2011

EPÍLOGO DEL DESENCANTO



Este Epílogo del Desencanto es uno de los capítulos de mi nueva obra titulada:
"50 AÑOS DE LA MANO DE MI MISMO"

 en breve publicaré la portada. 


















RUCIO
                              
Rucio, maltrecho y con el corazón alado,
el tegumento en un repliegue,
curtido por dentro de tormento,
acorralado,
exoftálmico mirando el mar,
me descubro sentado en un barbecho
donde nada vivo soporta mi pesar,
como un lagarto,
con la sangre gélida,
esperando que un rayo de sol me llegue
y me cure el alma desvalida,
el soplo que ahora exhalo,
transformándome siquiera en una araña,
como pasa a veces en los cuentos.
Por algo siento que más que vivas
están muertas mis entrañas.
Alado si, y a veces ciego,
he creído sentirme que sentía,
me he vestido de pájaro,
de vez en gaviota herida,
de peregrino y de cielo,
he ido dando por doquier palos de ciego
y no me daba cuenta
que en cada amanecer yo me moría.
Bien es cierto que hago
siempre lo que puedo,
mas lo que soñé, lo que quería,
tal vez no he conseguido nunca conocerlo.
Soy como un loco que no encuentra el día,
el aguilucho que no consiguió
remontar jamás el vuelo.
una tortuga resentida,
que resignada en su porfía,
como un reptil se arrastra por el suelo.
Sin embargo me caigo y me levanto,
me duermo y me despierto,
siempre un velo negro,
como una losa de cemento.
¿Qué pude ser en otra vida,
para pagarlo tan caro
en este mundo en que me encuentro?.